Jack London: vivir la vida pese a la enfermedad

La frase que ocupa este mes la esquina del blog es de Jack London; pero el motivo por el que le dedico un post es que, aparte de ser un famoso escritor, también fue un enfermo crónico. Y aunque su vida tan solo alcanzó los 40 años, su experiencia vital supera a la de la mayoría de las personas. Él sin duda fue fiel a su frase:

No voy a gastar mis días tratando de prolongarlos. Voy a aprovechar el tiempo.

John London nació en San Francisco en 1876, hijo de un reputado abogado y astrólogo que nunca admitió su paternidad. Su madre se casó un año después con John London de quién el escritor tomaría el apellido. Tras terminar la escuela primaria comenzó a trabajar y adoptó el nombre de Jack por el que es conocido.

Con 19 años reanudo los estudios sacando la educación secundaria y poco a poco se introdujo en el mundo de la política. Se presentó varias veces para la alcaldía como candidato del partido socialista pero nunca ganó. También trató de estudiar en la universidad pero su falta de capital le impidió terminar los estudios.

Sus "empleos" fueron de lo más dispares. Con 20 años se compró una goleta gracias a un préstamo de su madre y se dedicó a la pesca furtiva de ostras, para después ser guarda en la patrulla contra los pescadores furtivos, posteriormente surcaría el pacífico en un barco de caza de focas, también se alistó en el ejercito, trabajó en el ferrocarril, en un molino,... Incluso pasó un mes en la cárcel arrestado por vagabundo.

Jack London había mostrado desde niño un gran interés por la lectura y ante la perspectiva de terminar con un empleo sin emoción ni interés para él (muy amante de la aventura), se planteó la idea de hacerse escritor y comenzó a escribir relatos y poemas.

En 1897 se dedicó a buscar oro en Alaska, esta experiencia le proporcionó un estupendo material para algunas de sus novelas; pero también supuso un derrumbe tremendo en su estado físico ya que contrajo escorbuto, enfermedad a la que sobrevivió pero no sin grandes secuelas.

En 1899 consiguió publicar por primera vez sus relatos en la revista Overlan Monthy, lo que sería solo el comienzo de una prolífica carrera que le valió fama y reconocimiento y le llevó a convertirse en uno de los autores más vendidos de su época.

Contrajo matrimonio con su amiga Bess Modem en 1900, ambos reconocerían públicamente que no se casaban por amor sino bajo la creencia de que juntos "concebirían hijos fuertes". Efectivamente Jack y Bess tuvieron dos hijas, sin embargo su matrimonio duró solo tres años. En 1905 se casaría de nuevo con Charmian Kittredge, persona mucho más afín a él en cuanto a gustos y estilo de vida, con la que compartiría múltiples viajes y proyectos. Aunque juntos no pudieron tener descendencia, debido al fallecimiento de un bebé durante el parto y a un aborto espontaneo, permanecieron unidos hasta el fallecimiento de él.

Jack London nunca fue un escritor vocacional y más de una vez reconocería que para él escribir solo era un modo de ganarse la vida.  Su gran pasión, además de la aventura, era un rancho que compró en 1910 en California y al que planeaba dedicarse de forma exclusiva. Sin embargo un terrible incendio terminó con sus ilusiones en 1915 al destruir por completo la mansión en la que había invertido sus ahorros, lo que hizo que tuviera que olvidar sus aspiraciones y continuar con su carrera literaria.

El 22 de noviembre de 1916 murió a causa de una sobredosis de morfina, la cual tenía recetada para aliviar los terribles dolores que le producía una uremia causada por la insuficiencia renal que padecía, así como por las secuelas del escorbuto y de la disentería.

Su vida estuvo llena de contradicciones entre sus ideas y sus actos en cuanto a política o compromiso social y es en muchos aspectos un personaje difícil de admirar, pero fue sin duda una persona que supo hacer frente a las adversidades y lucho siempre por perseguir sus sueños.

Pese a su breve carrera como escritor, publicó un gran número de novelas, así como ensayos, cuentos y artículos periodísticos. Aunque escribió sobre temas muy variados como política, boxeo o su propia autobiografía, sus libros más populares son de aventuras y tratan sobre la lucha del hombre por la supervivencia:
  • La llamada de lo salvaje (1903)
  • El lobo de mar (1904)
  • Colmillo blanco (1906)
Todas ellas historias que han sido llevadas al cine.

Cuando yo era adolescente leí "el vagabundo de las estrellas" su última novela, escrita en 1915.
Trata de un hombre condenado a muerte que es encerrado en una celda con una camisa de fuerza que le impide moverse, pero con su mente es capaz de alcanzar trances que le hacen viajar fuera de su cuerpo e imaginarse a sí mismo en vidas anteriores.

En los análisis que he leído sobre el libro coinciden en que se trata de un alegato contra la pena de muerte y la tortura.

Personalmente creo que también tiene un mensaje que se puede trasladar fácilmente al ámbito de la enfermedad (que tan bien conoció Jack London) La enfermedad puede ser como una celda y una camisa de fuerza para el cuerpo pero no para la mente que siempre es libre para viajar a través de la imaginación.

En 2013 la editorial Nórdica sacó una reedición de este libro con un prólogo del escritor y filósofo Fernando Savater. Termino este post con sus palabras:
...pocas obras literarias son tan capaces de hacernos sentir físicamente, casi dolorosamente, el peso de lo que nos encadena y el poderío de lo que nos hace infinitos...

Fuentes:
Jack London. Clarice Stasz.
Jack London, lucha por la supervivencia. Guillermo Moreno.
Jack London, una vida estadounidense. Earle Labor.

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Comentarios

  1. Me ha encantado el post, tanto la biografía de Jack London ( que apenas conocía ), escritor que me gusta, como la analogía de su libro con una enfermedad crónica.
    Mil enhorabuenas!!
    Cleo

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    1. Muchas gracias Cleo. Lo cierto es que yo tampoco sabía mucho de él pero el otro día me planteé que era una pena que siempre se den a conocer las frases bonitas o inspiradoras pero luego no sepamos nada de la vida de quienes las dijeron. Así que me he propuesto a partir de ahora con cada frase del mes incluir la biografía.

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