Se denomina enfermedad crónica a
aquella que se desarrolla a lo largo de un periodo de tiempo largo (generalmente
mayor a seis meses) Las enfermedades crónicas pueden abarcar cualquier área
médica y no tienen por qué ser necesariamente graves. El término crónica hace referencia únicamente a la
duración de la enfermedad y no a su pronóstico.
La sintomatología será muy diversa dependiendo de qué enfermedad se trate.
Puede incluso que la persona no muestre ningún síntoma aparente, aunque la
enfermedad subyacente está ahí y por tanto podrá manifestarse en cualquier
momento, en ocasiones a través de la afectación que ha ido provocando en algún
órgano del cuerpo a lo largo del tiempo. Esto dependerá, repito, de la
enfermedad de la que se trate.
El término crónica generalmente
se asocia con enfermedad incurable, ya que es así en un gran número de estas
enfermedades. Lo cual no significa que la enfermedad no tenga tratamiento, sino
que ese tratamiento no sirve como tal para hacer desaparecer la enfermedad,
contra lo que lucha es contra las consecuencias que esta provoca. En la mayoría
de los casos estos tratamientos permiten llevar una vida completamente normal o
aceptable. No obstante, crónica e incurable no son sinónimos. Existen
enfermedades consideradas crónicas (de larga duración) pero que pueden curarse
completamente, como determinados tipos de cáncer.
Ejemplos de enfermedades crónicas: diabetes, asma, esclerosis múltiple,
lupus, artritis reumatoide, epilepsia, enfermedades cardiovasculares,
párkinson, sida, glomerulonefritis, hemofilia, alzheimer…
Los estudios demuestran que las personas que se involucran en el
conocimiento de su enfermedad y mantienen un papel activo respecto a ella,
superan mejor los retos a los que se enfrentan. Así que ¡enhorabuena! Lo que estás
haciendo ahora mismo es un pasito más a favor de tu salud.
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